LA OTRA
Dos mujeres, dos hermanas y un exceso de amor. El afecto como trampa, encuentra en el lenguaje un cómplice siniestro. La siniestra complicidad del juego, como mecanismo para que dos hermanas puedan seguir queriéndose.
Dos mujeres, dos hermanas y un exceso de amor. El afecto como trampa, encuentra en el lenguaje un cómplice siniestro. La siniestra complicidad del juego, como mecanismo para que dos hermanas puedan seguir queriéndose.